De un tiempo a esta parte los fabricantes de coches se han centrado en buscar la máxima eficiencia en entornos urbanos, pero cada vez cobra más protagonismo la idea de conseguir evitar tener que detenerse en los semáforos. ¿Por qué? Si analizamos nuestro gasto energético en recorridos urbanos, gran parte de ese gasto se va en reiterados procesos de paradas y arranques, provocando retrasos de tiempo, malgasto de carburante y generación de contaminación atmosférica. Firmas como Audi, Opel o BMW dicen haber encontrado la solución, y esa es la integración de sistemas de asistencia a la conducción para predecir el funcionamiento de los semáforos.
Anuncios